El dolor de espalda es común
pero no inevitable, afirma un ortopedista.
Alrededor de ocho de cada 10 personas sufrirán un dolor de
espalda al menos una vez en sus vidas, pero hay formas de reducir el riesgo,
aseguró el Dr. Mark Knaub, del Centro Médico Hershey de la Universidad Estatal
de Pensilvania.
Las distenciones de un músculo, ligamento o tendón (lesiones de
los tejidos blandos) son las causas más comunes del dolor de espalda. Esas
lesiones pueden ocurrir por caídas o actividades que conlleven levantar
objetos, doblarse o inclinarse, dijo Knaub, jefe del servicio ortopédico de la
columna del centro médico.
Cuando el dolor ataca, puede aliviarlo con antiinflamatorios y
relajantes musculares. Y la fisioterapia puede reducir el riesgo de que el
dolor de espalda se haga crónico, sugirió.
"La fisioterapia puede darle técnicas para reducir sus
síntomas a corto plazo, y que vuelva a estar activo y móvil", dijo Knaub
en un comunicado de prensa de la Universidad Estatal de Pensilvania.
"A mediano y largo plazo, puede fortalecer los músculos
centrales que respaldan a la columna, y eso podría reducir las probabilidades
de sufrir otro episodio en el futuro", añadió.
No siempre es posible prevenir el dolor de espalda, pero ciertas
cosas pueden reducir su riesgo. Éstas incluyen el ejercicio regular (sobre todo
los ejercicios que fortalecen los músculos centrales), mantener un peso
saludable, y evitar los productos de tabaco, señaló Knaub.
Las personas en trabajos que las someten a vibraciones, como los
conductores de camiones y los operarios de maquinarias, tienen un riesgo más
alto de dolor de espalda. Lo mismo sucede con las personas que sufren de
trastornos de salud mental, como la depresión, anotó.
"Cuando las personas tienen problemas crónicos de espalda,
esto tiene un componente psicológico importante. Estar deprimido provoca dolor,
y tener dolor provoca depresión", señaló Knaub.
Algunos estudios han encontrado que la terapia cognitivo
conductual (un tipo de psicoterapia) puede funcionar igual de bien que los
tratamientos médicos tradicionales para ese tipo de dolor de espalda, sugirió.
"Si usted carece de mecanismos de afrontamiento y no
gestiona bien el dolor y el estrés, eso puede fomentar la ansiedad", dijo
Knaub.
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