El uso del narcótico se multiplicó por cinco en
una década, fomentado por la amenaza del abuso de los analgésicos recetados
El uso de la heroína en Estados Unidos se multiplicó por cinco a
lo largo de una década, y los hombres blancos jóvenes son las víctimas más
probables de la epidemia, encuentra un estudio reciente.
Una especialista en la adicción culpó al uso irresponsable de
los analgésicos opiáceos recetados (narcóticos como Oxycontin, Percocet y
Vicodin) por el aumento en el uso de la heroína.
"La ola de opiáceos en el país ha llevado a un gran aumento
en la adicción, las muertes por sobredosis y la transición a la
heroína-fentanilo [un potente opiáceo sintético]", lamentó Bertha Madras,
profesora de psicobiología en la Facultad de Medicina de la Universidad de
Harvard y autora de un editorial publicado junto al estudio.
El problema es tan urgente que el Presidente Donald Trump
planifica anunciar la formación de una comisión para investigar la epidemia de
opiáceos en Estados Unidos el miércoles. Chris Christie, gobernador de Nueva
Jersey, presidirá la comisión. La administración de Trump también nombró a
Richard Baum para fungir como director en funciones de la Política Nacional de
Control de Drogas.
Las sobredosis de opiáceos matan a unas 78 personas cada día en
Estados Unidos. En 2015, más de 33,000 murieron de sobredosis de opiáceos, un
máximo histórico, según los Centros para el Control y la Prevención de
Enfermedades (CDC) de EE. UU.
La investigación más reciente simplemente añade más estadísticas
preocupantes a la tendencia.
En el estudio, investigadores de la Universidad de Columbia
encuestaron a más de 79,000 personas, y encontraron que la proporción de
estadounidenses que usan heroína aumentó de menos de un 1 por ciento en
2001-2002 a casi un 2 por ciento en 2012-2013. La prevalencia de la adicción a
la heroína se triplicó, de bastante menos de un 1 por ciento a casi un 1 por
ciento, reportaron los investigadores.
Y los aumentos se han observado más entre las personas
marginadas, según la investigadora líder, la Dra. Silvia Martins, profesora
asociada de epidemiología en la Facultad Mailman de Salud Pública de la
Columbia, en la ciudad de Nueva York.

Estas tendencias son preocupantes porque están ocurriendo
aumentos en personas vulnerables que tienen pocos recursos para superar los problemas
asociados con el uso de la heroína, añadió.
El aumento en la prevalencia de la heroína se relaciona con la
epidemia de opiáceos recetados, ya que las personas pasan de los analgésicos a
la heroína, explicó Martins. También se relaciona con la disponibilidad, el
costo más bajo y las peligrosas características de la heroína que se vende en
la actualidad.
"Hay más heroína que tiene fentanilo [un potente narcótico
sintético] que antes", anotó Martins.
Los investigadores también encontraron que el aumento en el uso
de la heroína fue mayor entre los blancos, al aumentar de un 1 por ciento en
2001-2002 a casi un 2 por ciento en 2012-2013. Entre los individuos que no eran
blancos, aumentó de menos de un 1 por ciento en 2001-2002 a poco más de un 1
por ciento en 2012-2013.
Entre las personas blancas, el camino al uso de la heroína con
frecuencia comenzó con el uso no médico de analgésicos opiáceos recetados, que
aumentó de más o menos un 36 por ciento en 2001-2002 a casi un 53 por ciento en
2012-2013, encontraron los investigadores.
Se estima que alrededor de un 80 por ciento de los usuarios de
heroína hicieron la transición desde opiáceos recetados, añadió Martins.
Los
hallazgos aparecen en la edición en línea del 29 de marzo de la revista JAMA Psychiatry.
Para controlar la epidemia de heroína, sobre todo entre los
adultos más jóvenes, los esfuerzos de prevención e intervención podrían ser lo
más efectivo, incluyendo el acceso a programas con la ayuda de medicamentos y
los programas de prevención de sobredosis, sugirió Martins.
Madras ofreció un análisis histórico sobre la crisis de heroína:
"las causas de este cambio de fondo fueron desencadenadas por dos informes
que afirmaron que los opiáceos eran seguros para la gestión a largo plazo del
dolor no relacionado con el cáncer".
Tras la publicación de ambos artículos, en 1980 y 1986, la
presión de los pacientes con dolor, los intereses financieros y las sociedades
para el dolor condujeron a la designación del dolor como el quinto signo vital,
explicó.
"Ahora tenemos un aumento considerable en la adicción a los
opiáceos y las muertes por sobredosis, lamentables y prevenibles, y sin
precedentes en nuestra historia", señaló Madras.
No importa si una sustancia adictiva es un medicamento legal o
una droga ilegal, apuntó. "Esta crisis ha reforzado la opinión de que
reducir la oferta y la demanda es esencial para las políticas nacionales de
control de drogas", dijo.

"No debemos perder a más personas, muchas en la flor de la
vida, por sobredosis de medicamentos y drogas", afirmó.
HealthDay
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