La preferencia por los
combustibles fósiles depende, sobre todo, de su bajo precio en términos
comparativos. El otro lado de la comparación son las energías denominadas
ecológicas, cada vez más asequibles.
Sobre todo, juegan con la
enorme y decisiva ventaja de la sostenibilidad, si bien todavía tienen poco que
hacer frente a aquellas: más baratas y, por lo tanto, más competitivas en el
mercado.
Sin embargo, el hecho de que
sean una gran trampa por su coste real en términos ambientales supone un
importante incentivo para el avance en energías renovables. ¿Pero, en qué punto
nos encontramos, realmente son una alternativa factible?
Más barata que el carbón en 2025
Lo cierto es que hay motivos de
celebración en este aspecto. Su evolución está siendo tan positiva en tan corto
periodo de tiempo que realmente resulta sorprendente.
Básicamente, podemos afirmar,
siempre según el mencionado trabajo, que la solar, por primera vez, se está
convirtiendo en la forma de energía más barata a escala global.
Son cifras puntuales, pero que
marcan tendencia en los mercados mundiales de la energía. Una clara prueba de
su gran potencial de crecimiento de un modo tan veloz que resulta difícil de
creer.
Empieza a competir con el carbón y el gas
De acuerdo con los nuevos datos
aportados por el informe, en 2016 la energía solar no subvencionada está
empezando a competir con el carbón y el gas natural a nivel mundial.
Según el último informe
publicado por Bloomberg New Energy Finance (BNEF) en 2025 la energía solar
podría llegar a ser más barata que el carbón. Las mejoras tecnológicas son la
clave para abaratar materiales y lograr una mayor eficiencia.
Los precios más bajos se deben,
en definitiva, a la mejora de la tecnología en sus distintos aspectos: desde la
fabricación y las economías a escala hasta la productividad, puesto que los
paneles producen más energía con la misma cantidad de sol.
Todo ello dota a la industria
de una mayor capacidad para revelarse como la alternativa más barata contra los
combustibles fósiles a nivel global.
“Un equipo solar de un 1
megavatio tendrá un costo de 73 centavos de dólar por vatio en 2025, frente a
los 1,14 dólares actuales, lo cual supone un ahorro del 36 por ciento”, explica
Jenny Chase, jefe de análisis de energía solar en el New Energy Finance.
Más barata que la eólica
En la carrera de las energías
limpias por liderar la alternativa menos costosa a las energías fósiles, la
solar está demostrando una capacidad de avance a pasos agigantados.
Buena prueba de ello son, por ejemplo, los últimos datos
proporcionados por BNEF sobre el menor coste que representa la construcción de
plantas de energía solar con respecto a los proyectos eólicos en los países en
desarrollo.
“La energía solar no subvencionada está empezando a sacar del mercado al carbón y al gas natural y, notablemente, los nuevos proyectos solares en los mercados emergentes están costando menos que los eólicos” reza el informe.
“La energía solar no subvencionada está empezando a sacar del mercado al carbón y al gas natural y, notablemente, los nuevos proyectos solares en los mercados emergentes están costando menos que los eólicos” reza el informe.
En 2016, se instalaron 70
gigavatios de nueva energía solar en 2016, superando a 59 gigavatios de eólica,
según BNEF. Igualmente, gana terreno a los combustibles fósiles también. Cada
vez resulta más competitivo que el gas natural y el carbón.
La electricidad obtenida a
partir de combustibles fósiles podría tener los días contados. “Las energías
renovables están entrando en la era de la subcotización” frente a los precios
de los combustibles fósiles, dijo al respecto el presidente de BNEF Michael
Liebreich en una nota de prensa difundida sobre el particular.
Expertos como Liebrich apuntan
que el mundo recientemente alcanzó un punto de inflexión y de forma progresiva
se está agregando más capacidad de energía limpia cada año que lo que lo hace
el mix carbón y el gas natural. Sobre todo, se destaca el empuje que están
teniendo los países emergentes en la inversión en proyectos de generación de
energía baja en carbono.
Sobre todo, se destacan las
inversiones de China, Chile, Brasil, Uruguay, la India y Sudáfrica. Cuando se
trata de invertir en renovables los mercados emergentes han tomado la delantera
35 países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico (OCDE), puede leerse en el informe. Con un gasto total de 154,1 mil
millones de dólares en 2015 en comparación con los 153,7 mil millones
invertidos por los países más ricos.
La industria del carbón no está
de acuerdo con estas valoraciones. Sobre todo, porque estima que éste y otros
muchos estudios basan sus conclusiones en premisas falsas. En concreto,
consideran que la comparativa no es válida, puesto que las renovables precisan
de otras fuentes para apoyar su discontinua producción.
Critican, fundamentalmente, que
no se tenga en cuenta el hecho de que las energías renovables no produzcan
energía de manera constante, uno de sus talones de Aquiles, si bien también es
cierto que este problema está subsanándose con distintos métodos de
almacenamiento de energía. A su juicio, a la hora de calcular el coste debería
incluirse el gasto que implica mantener otras fuentes de respaldo cuando la
meteorología no acompañe.
Si se tuvieran en cuenta estos
aspectos los costes de las renovables se dispararían y, por lo tanto, el carbón
no tendría competencia, “ni ahora ni dentro de 20 años”, apuntan desde la
ASociación Mundial del Carbón (WCA). Sea como fuere, si se cumplen los
pronósticos del BNEF la próxima década será la que marcará un antes y un
después en la primacía de las energías limpias frente a los combustibles
fósiles para la generación de electricidad
Ecología Verde