Dicha prueba da una idea de los cambios
neurológicos que hacen que las caídas sean más probables, según los investigadores
Las caídas pueden resultar muy incapacitantes para las personas
ancianas, y una nueva investigación sugiere que las mediciones de la actividad
cerebral de las personas mayores podrían ayudar a determinar su riesgo futuro.
"Nuestros hallazgos sugieren que los cambios en la actividad
cerebral que influyen al caminar podrían estar presentes mucho antes de que las
personas muestren cualquier señal de dificultad para caminar", dijo el
autor principal del estudio, el Dr. Joe Verghese, director del Centro
Montefiore Einstein sobre el Envejecimiento del Cerebro en la ciudad de Nueva
York.
Verghese cree que la investigación podría incluso ser útil en la
prevención de las caídas. "Tenemos que encontrar los mecanismos o
enfermedades biológicas subyacentes que podrían estar alterando la actividad
cerebral y, si es posible, corregirlas para prevenir las caídas", explicó.
La nueva investigación contó con 166 personas con una edad promedio de
75 años sin ninguna discapacidad, demencia o dificultad para caminar al inicio
del estudio.
Todas se sometieron a escáneres cerebrales a fin de evaluar la actividad
de la corteza prefrontal del cerebro mientras hacían pruebas específicas:
caminar, recitar las letras del alfabeto de manera alterna, y luego hacer las
dos cosas a la vez.
A lo largo de 4 años de seguimiento, 71 de los participantes (el 43 por
ciento) reportó un total de 116 caídas, y 34 de ellos sufrieron más de una
caída. La mayoría de las caídas fueron menores, y solamente el 5 por ciento resultaron
en fracturas, indicaron los investigadores.
Unos niveles más altos de actividad cerebral en la prueba combinada de
"caminar y hablar" se asociaron con un riesgo más alto de sufrir
caídas, y cada incremento de la actividad cerebral se vinculó con un riesgo un
32 por ciento más alto de caída.

Sin embargo, no se encontró ningún vínculo entre el riesgo de
caída y los niveles de actividad cerebral mientras caminaban o hablaban (pero
no ambas cosas a la vez), encontró el grupo de Verghese.
Dos expertos en la salud cerebral que revisaron el estudio dijeron que
da nuevas ideas sobre por qué las caídas son más habituales con el
envejecimiento.
"El cerebro humano es un órgano increíblemente eficiente, que
cuando está sano usa la activación precisa de circuitos focales para distintas
actividades", dijo la Dra. Gayatri Devi, neuróloga en el Hospital Lenox
Hill de la ciudad de Nueva York. "La pérdida de dicha precisión con un
reclutamiento generalizado asociado podría ser una señal de la presencia de una
enfermedad cerebral en ciernes".
El nuevo estudio mostró que "aquellas personas en las que se
activaron más áreas del cerebro mientras caminaban (en otras palabras, que
emplearon un mayor esfuerzo cerebral) eran más propensas a sufrir caídas en los
cuatro años siguientes", dijo.
Verghese afirmó que "Estos hallazgos sugieren que podrían haber
cambios en la actividad cerebral antes de que los síntomas físicos, como un
modo de caminar no habitual, aparezcan en personas que son más propensas a
sufrir caídas en el futuro".
El Dr. Paul Wright, catedrático de neurología del Hospital de la
Universidad de North Shore en Manhasset, Nueva York, cree que una prueba de
escáner cerebral como la usada en el estudio podría usarse algún día para
predecir y prevenir las caídas de las personas ancianas.
Usando los resultados de la prueba, "los médicos podrían luego usar
esta información para educar y aconsejar a sus pacientes con técnicas de
modificación de la conducta" a fin de reducir el riesgo de caída, dijo
Wright.
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HealthDay