Un estudio encontró que el riesgo de
obesidad aumentaba un 43 por ciento si los adolescentes usaban dispositivos con
pantalla más de 5 horas al día
Los adolescentes pegados a su tableta, smartphone o computadora durante
horas podrían ser más propensos a convertirse en obesos, según un estudio
reciente.
Los que usaban los dispositivos con pantalla durante 5 o más horas al
día tenían el doble de probabilidades de tomar más bebidas azucaradas y de
hacer demasiada poca actividad física, encontraron los investigadores.
Como resultado, estos adolescentes mostraron un aumento del 43 por
ciento en el riesgo de obesidad en comparación con los que no usan smartphones
o tabletas en absoluto. Pero el estudio no demostró que el uso muy frecuente de
estas tecnologías provocara el aumento de riesgo de obesidad.
"Los padres deberían tener cuidado con respecto a hasta qué punto
sus hijos adolescentes usan estos dispositivos, especialmente si ven que su
hijo pasa varias horas al día con ellos", dijo la autora principal del
estudio, Erica Kenney. "Es algo que hay que vigilar y de lo que preocuparse,
porque podría afectar a su salud".
No es infrecuente que los niños usen un dispositivo con pantalla durante
esa cantidad de tiempo, encontraron Kenney, becaria de investigación en la
Facultad de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard, en Boston, y
la coautora del estudio.
Uno de cada cinco adolescentes estadounidenses pasan más de 5 horas al
día con los smartphones, tabletas, computadoras y videojuegos, descubrieron los
investigadores. En comparación con eso, solamente el 8 por ciento de los
adolescentes ven más de 5 horas al día de televisión.
"Sabemos que los adolescentes están dejando de pasar tiempo delante
del televisor para usarlo en otros dispositivos", comentó Kenney.
Estudios anteriores han vinculado el hecho de pasar demasiado tiempo
viendo la televisión con un aumento del consumo de bebidas azucaradas, comida
rápida, dulces y refrigerios salados, todos los cuales llevan a un riesgo más
alto de obesidad, indicaron los autores del estudio.
Kenney decidió ver si este riesgo también aplicaba a los niños que
dejaron la televisión por los dispositivos con pantalla.
El estudio contó con los datos extraídos de las encuestas de 2013 y 2015
del Sistema de Vigilancia de Conductas Riesgosas en Jóvenes, una encuesta
regular realizada a los jóvenes por parte de los Centros para el Control y la
Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. Los investigadores revisaron las
respuestas de casi 25,000 adolescentes de noveno a duodécimo curso.
Los resultados con respecto al exceso de televisión concordaron con los
hallazgos anteriores, dijeron los investigadores. Los adolescentes que veían la
televisión durante 5 o más horas al día tenían casi 3 veces más probabilidades
de tomar bebidas azucaradas a diario y un 78 por ciento más de probabilidades
de volverse obesos, en comparación con los niños que no veían la televisión.
Pero esos malos hábitos también parecieron estar presentes cuando los
adolescentes usaban smartphones, tabletas o computadoras. Cinco o más horas
delante de los dispositivos con pantalla cada día se asociaron con un riesgo el
doble de alto de tomar bebidas azucaradas y hacer demasiado poco ejercicio al
día, y con un aumento del riesgo de dormir mal de un 74 por ciento.
Los niños tienden a comer demasiado entre horas mientras usan
dispositivos electrónicos, explicó Stephanie Schiff, dietista registrada en el
Hospital Huntington de Northwell Health, en Huntington, Nueva York.
"Si los niños están jugando videojuegos en la computadora mientras
comen, a veces no registran el momento en que ya no tienen hambre", dijo
Schiff. "Comer puede convertirse en algo mecánico en lugar de consciente,
y quizá no se den cuenta de que ya están llenos".
Además, un proceso más insidioso asociado con el uso de la pantalla
podría estar influyendo en lo que se come, dijo Kenney.
"Mucha literatura sobre la televisión y la dieta, y sobre la
televisión y el riesgo de obesidad realmente sugiere que el factor clave que
motiva estas asociaciones es la exposición a los anuncios de comida no
saludable, que los hijos piden a sus padres que compren en el supermercado",
señaló. "En los últimos años hemos descubierto que mucho dinero que iba
destinado al mercadeo de alimentos y bebidas ha pasado al mercadeo de los
medios sociales y los videojuegos y cosas así".
Estos dispositivos electrónicos también comparten la capacidad de la
televisión de mantener pegados a los niños y adolescentes al sofá, dijo Schiff.
"Hace años, los niños jugaban en el patio en el receso o llegaban a
casa después de la escuela y jugaban en sus patios o en las aceras",
señaló Schiff. "Ese juego ha sido reemplazado hasta cierto punto por los
videojuegos, Facebook, YouTube y los mensajes de texto".
"No es una sorpresa que la obesidad en la infancia esté en aumento,
dado que hasta cierto punto los juegos virtuales han reemplazado al juego y a
la interacción en tiempo real, y la actividad física se ha visto relegada a los
dedos de la mano", continuó.
Kenny recomendó obtener consejos sobre las maneras de limitar el tiempo
delante de la pantalla si su hijo usa el smartphone o la tableta durante más de
un par de horas al día.
"Si están de forma regular con estos dispositivos durante periodos
largos, quizá quiera hablar con su pediatra sobre las estrategias a seguir para
reducirlos un poco", aconsejó.
El nuevo estudio aparece en la
edición en línea del 14 de diciembre de la revista The Journal of Pediatrics.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor