la vida es un milagro, un momento mágico que prestado por
Dios se puede acabar en el instante menos pensado, lo más transcendente no es
como termine, pues eso no depende de ninguno de nosotros; lo realmente
importante que en verdad vale la pena, es como vivimos, como fue nuestro paso
por este mundo. A quienes por su pasión y dedicación logran ocupar un gran
espacio en el corazón de quiénes los conocen, ese es el caso de Julián Gil el
profesor, el músico, el artista, el amigo, el soñador el que se adelantó en ese
paso que todos daremos algún día.
Julián fue un enfermo por el arte, por llevar mensajes de
paz junto a sus compañeros del Grupo Bandola, una persona que como profesión
escogió el ser feliz y hacer felices a los demás. La música colombiana ha
perdido un luchador incansable, la docencia se ha quedado sin un digno
representante de lo que significa ser profesor, pero sus amigos han ganado un
ser que con su recuerdo los seguirá llenando de alegría, pues el significaba
eso, entusiasmo.
En agosto de 2016 en la Revista Génesis Bandola fue
nuestra portada. El poder compartir con este Grupo fue una experiencia única,
conocer a apasionados músicos como Julián fue una gran oportunidad de aprender
a creer en los sueños. Hoy no hemos querido recordarlo con tristeza, por el contrario
queremos recordarlo con alegría pues ese es el mejor homenaje que le podemos
hacer.
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Caricatura de Julián Gil por Jorge Restrepo |
Con respeto y admiración la música colombiana recordará
por siempre a Julián Gil, el Grupo Bandola ha marcado la historia de la música
vallecaucana y Julián fue una voz y una flauta que tocó muchas notas de esa
historia.