Samsung presentó este miércoles
en Nueva York su nuevo teléfono inteligente Galaxy S8, que incorpora un
asistente virtual llamado Bixby, es resistente al agua y no tiene botón en la
parte frontal.
Con este muy esperado modelo, el grupo surcoreano quiere dejar
atrás el fracaso que supuso su Galaxy Note 7, cuya producción fue detenida en
octubre del año pasado después de que varios dispositivos explotaran o se
incendiaran.
El presidente del grupo, DJ Koh, dijo durante el lanzamiento que
tanto el Galaxy S8 como el S8+ marcan "una nueva era del diseño de
teléfonos inteligentes".
Los dos teléfonos, equipados con pantallas de 5,8 pulgadas (148,9
x 68,1 mm) y 6,2 pulgadas (159,5 x 73,4 mm), incluyen el asistente virtual
mejorado de Samsung, Bixby, que entra en un terreno ya ocupado por Siri de
Apple, Google Asistant y Alexa de Amazon.

Bixby utiliza todas los datos del smartphone, entre ellos la
geolocalización, para, por ejemplo, sugerir informaciones al usuario al salir
de su casa.
Aparte del asistente virtual, una de las principales novedades es
que no tiene un botón en la parte delantera, como el que tiene su antecesor y
también el iPhone.
Como suele ocurrir en cada nuevo lanzamiento, las capacidades del
sistema operativo han sido mejoradas y su consumo de batería reducido.
Pese a que fue el origen del fracaso del Galaxy Note 7, los
directivos del grupo surcoreano presentes en el evento no mencionaron el punto
de la batería, cuya seguridad y capacidades el mercado mira con lupa en este
nuevo modelo.
Además de Bixby, el Galaxy S8 y el S8 Plus están equipados con un
sistema de reconocimiento de opciones múltiples: permite desbloquear el
teléfono con un código secreto, conectando puntos de la pantalla y también con
la huella digital.
Samsung desveló también un adaptador, llamado Samsung Dex, que
permite trabajar en el smartphone desde un ordenador fijo.
AFP