Unos precios e impuestos más altos podrían disuadir
de fumar y generar ingresos, según la OMS y otros
Fumar mata a unos 6 millones de personas al año, y cuesta al
mundo más de un billón de dólares al año en gastos de atención de la salud y
productividad perdida, señala un nuevo informe.
Pero se podrían ahorrar miles de millones de dólares y salvar
millones de vidas a través de unos precios e impuestos más altos para el
tabaco, según el informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el
Instituto Nacional del Cáncer de EE. UU.
Además de reducir el riesgo de cáncer y enfermedad cardiaca,
esas políticas de control del tabaco podrían generar grandes cantidades de
dinero para que los gobiernos las usen para la salud y el desarrollo económico,
dijeron los autores del estudio.
"El impacto económico del tabaco en los países y en el
público general es inmenso, como muestra este nuevo informe", señaló el
Dr. Oleg Chestnov, director asistente de enfermedades no contagiosas y salud
mental de la OMS.
"La industria tabacalera produce y mercadea productos que
matan a millones de personas de forma prematura, privan a los hogares de
recursos financieros que podrían haberse utilizado para comida y educación, e
imponen inmensos costos de atención de la salud a las familias, comunidades y
países", enfatizó Chestnov en un comunicado de prensa de la OMS.
Los ingresos fiscales anuales por los cigarrillos podrían aumentar
globalmente en un 47 por ciento, equivalente a 140 mil millones de dólares, si
todos los países aumentaran los impuestos sobre las ventas en alrededor de 80
centavos por paquete, según el informe.
Los autores del informe predijeron que esto aumentaría los
precios de venta al detalle de los cigarrillos en un promedio de un 42 por
ciento, conduciendo a una reducción en las tasas de tabaquismo de un 9 por
ciento y a hasta 66 millones de fumadores adultos menos.
Los países más pobres sufren la mayor carga por el consumo de
tabaco. Hay 1.1 mil millones de fumadores a partir de los 15 años de edad en
todo el mundo, y 8 de cada 10 de ellos se encuentran en países con ingresos
bajos y medianos, anotó el informe.
La investigación resumida en este informe "confirma que las
intervenciones de control del tabaco basadas en las evidencias tienen sentido
desde un punto de vista económico, además del punto de vista de la salud
pública", afirmó el coeditor del informe, Frank Chaloupka, profesor de
economía en la Universidad de Illinois, en Chicago.
El informe de 700 páginas rechazó las afirmaciones de la
industria tabacalera respecto a que las medidas de control del tabaco provocan
daños económicos, señaló el Dr. Douglas Bettcher, de la OMS.
"Este informe muestra cómo se pueden salvar vidas y las
economías pueden prosperar cuando los gobiernos implementan medidas rentables y
probadas, como aumentar de forma significativa los impuestos y los precios de
los productos de tabaco, y prohibir el mercadeo del tabaco y que se fume en
público", dijo Bettcher, director de prevención de enfermedades no
contagiosas de la OMS.
El tabaco es una causa importante de enfermedades no
contagiosas, incluyendo la enfermedad cardiaca, el cáncer, la diabetes y la
enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Esas enfermedades prevenibles
conforman unos 16 millones de muertes prematuras (antes de los 70 años de edad)
en todo el mundo cada año, dijeron Bettcher y sus colaboradores.
Reducir el tabaco es una parte importante de los esfuerzos por
reducir las muertes prematuras por enfermedades no contagiosas en un tercio
para 2030.
"Se están logrando avances en el control de la epidemia
global de tabaco, pero se necesitan esfuerzos concertados para garantizar que
esos avances se mantengan o aceleren", señalaba el informe. "El
aumento del consumo de tabaco en algunas regiones, y el potencial de aumentos
en otras, amenazan con socavar los avances globales en el control del
tabaco".
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