El objetivo del día es reclamar la erradicación de las formas contemporáneas de esclavitud como son la trata de personas, la explotación sexual, el trabajo infantil, el matrimonio forzado y el reclutamiento de niños para utilizarlos en conflictos armados.
En torno a la celebración en 2004 del Año internacional de Conmemoración de la Lucha contra la Esclavitud y su Abolición se reforzaron los mecanismos internacionales de lucha contra la esclavitud y los organismos internacionales desarrollaron nuevas estrategias para la abolición de la esclavitud. En 2007 la Asamblea de Naciones Unidas decidió designar también el 25 de marzo como Día internacional de recuerdo de las víctimas de la esclavitud y la trata transatlántica de esclavos que se celebra anualmente a partir de 2008.
Cada año millones de personas, en su mayoría mujeres y menores, son engañadas, vendidas, coaccionadas o sometidas de alguna manera a situaciones de explotación de las cuales no pueden escapar. Constituyen la mercancía de una industria mundial que mueve miles de millones de dólares y que está dominada por grupos de delincuentes organizados que operan en muchas ocasiones con impunidad