Sus hinchas regados por todo el país pudieron sacar de adentro ese grito que tenían represado, y que sólo se alivió cuando el árbitro señaló la mitad de la cancha indicando que el sueño ya era una realidad.
¡Ascendimos, ascendimos!, fue la arenga que retumbó desde el mítico Pascual Guerrero, escenario donde los escarlatas han conseguido grandes gestas, pero tal vez ninguna tan anhelada como está.
Atrás quedarán los rivales del Torneo de Ascenso y ahora vendrán Cali, Nacional, Millonarios, Sata Fe para volver a vivir los clásicos que han marcado la historia del fútbol colombiano.
Hoy una hinchada que se calcula en millones celebra buscando olvidar el dolor que produjo el descenso en 2011 y soñando con volver a ver a su mechita del alma en el lugar en el que muchas veces estuvo disputando los títulos en el rentado local y disputando instancias definitivas en la Copa Libertadores.
Adiós a la B, adiós al sufrimiento, adiós a la angustia, adiós a la frustración y bienvenido el América a la A. Sus hinchas lloran de alegría a esta hora.