Con diferentes actividades en todo el mundo se celebra el
Día Mundial de la Protección de la Naturaleza, esta fecha debe servir para que
todos reflexionemos sobre la tarea que tenemos como habitantes del planeta
tierra.
El Día Mundial de la Protección de la Naturaleza se
celebra el 18 de octubre de cada año, desde 1972.
El origen de la celebración
está en las palabras que el general argentino Juan Domingo Perón pronunció el
16 de marzo de 1972, mientras se encontraba exiliado en Madrid, y que fueron
enviadas a Kurt Waldheim, entonces secretario general de las Naciones Unidas.
En ellas Perón alertaba sobre “la marcha suicida que la humanidad ha emprendido
a través de la contaminación del medio ambiente y la biosfera, la dilapidación
de los recursos naturales, el crecimiento sin freno de la población y la
sobreestimación de la tecnología” y hacía una llamada para revertir la
situación.
El objetivo básico de la protección ambiental es anticipar
los riesgos y prevenir los daños; Proteger los espacios naturales, aquellos que
poseen valores singulares de vegetación, fauna, paisaje o geomorfología y
dirigiendo esfuerzos para que el desarrollo humano sea compatible con la
protección del entorno.
Si bien la tendencia actual demuestra que la humanidad
está abusando de la capacidad del planeta para abastecernos, todavía estamos a
tiempo de tomar las medidas oportunas para construir un futuro basado en el
consumo sostenible de los recursos naturales.
La protección de la naturaleza, no puede ser una cuestión
exclusiva de los ambientalistas. Es responsabilidad de todos los seres humanos
el cuidado de los ecosistemas en general y de la biodiversidad en particular,
para ello es imprescindible el desarrollo de correctas políticas
ambientales, por parte de las instituciones.
Cierto es que hoy la implicación ciudadana va creciendo, cada vez son más las
normativas propuestas por organismos europeos e internacionales que intentan
gestionar y proteger el medio ambiente, equilibrando el desarrollo económico
con la sostenibilidad ambiental.
Además es fundamental la educación ambiental, una educación basada en valores
ambientales aplicables a cualquier actitud social y cuyo objetivo es el
de formar la capacidad de observación crítica y juicio de valor teniendo en
cuenta la protección y gestión sostenible de nuestro entorno.
Cierto es que hoy la implicación ciudadana va creciendo, cada vez son más las normativas propuestas por organismos europeos e internacionales que intentan gestionar y proteger el medio ambiente, equilibrando el desarrollo económico con la sostenibilidad ambiental.
Además es fundamental la educación ambiental, una educación basada en valores ambientales aplicables a cualquier actitud social y cuyo objetivo es el de formar la capacidad de observación crítica y juicio de valor teniendo en cuenta la protección y gestión sostenible de nuestro entorno.